Recurriendo a experiencias recientes acaécidas en distintas clases, las cuáles son disímiles no sólo en estilo, además en edad, género, enfoque (formación profesional, vocacional y recreativa), nivel económico-social, etc.; parto por expresar una inquietud que me ha venido rondando, esperando ciertamente, no ser la única persona en este proceso...
¿Cómo enfrentar la resistencia preconcebida a la ejecución de ciertas danzas, debido a estereotipos sociales?
Para sér más práctica, dejando el parafraseo, concretamente en Ecuador, la danza folclórica en general. Y con esto no quiero decir que no existan escuelas, maestros y coreógrafos que lleven con éxito empresas en este estilo. Pero desde mi perspectiva de trabajo, el resto de personas involucradas con la Danza a nivel estudiantil, por conocimiento general, deben estudiar y practicar éstos bailes pues representan parte de la identidad nacional y no lo quieren hacer.
Una de las premisas en la educación artística es el disfrute y goce de la actividad a desarrollar. Pero los No, se hacen escuchar; algunos dudosos, otros alentados por compañeros, y muy escasos alumnos intrigados por lo que podrían aprender. Ahora bien, cuando las clases son de tango, sevillanas, flamenco, danza árabe, samba, etc ( por mencionar las más fáciles de identificar con su país de origen) el éxito es más que inmediato, pues son y que son vistas como "algo chévere que aprender", no así la bomba, marimba, san juanitos, danzantes, yaravíes, etc. (y cabe mencionar que no hay un conocimiento certero ni vademecum detallado de las danzas del oriente de pueblos originarios, más bien dicho, no están popularizadas en nuestra sociedad mestiza. Ahora bien sin entrar en el análisis de los conflictos sociales que nos venimos viviendo desde hace quinientos años, y que los deben descrifrar los estudiosos. Lo que nos atañe: cómo lograr que un niño quiera aprender bomba y marimba, en vez de pop y hip hop ?. Cabe recalcar que tenemos una gran influencia de la cultura Estadounidense con los grupos infanto - juveniles que han copado todas las espectativas de los niños.
Algunas veces emití juicios en referencia de que los ritmos andinos (la mayoría de las danzas folclóricas popularizadas y llevadas a escena son de esta región), no tienen un ritmo "pegajoso", como podría ser la salsa o la cumbia, pero la bomba y la marimba no entran dentro de ritmos repetitivos y aún así no se ve el interés general en ellos.
Que la danza, la llevamos todos los seres humanos dentro desde que somos concebidos, por los ritmos naturales de nuestros órganos vitales es una acepción muy certera, somos rítmicos por naturaleza. Pero de ahí a identificarnos con un ritmo a bailar en base a nuestros gustos, no sólo está determinado por nuestro instinto, sino por las influencias del medio, sociales, económicas, cognitivas.
miércoles, 3 de diciembre de 2008
martes, 4 de noviembre de 2008
PARÁMETROS DEL BAILARÍN
Es importante establecer, dentro de qué parámetros se desenvuelve un bailarín. Así, segun la experiencia, apuntes metodológicos, investigaciones científicas, etc.; estamos hablando de un artista con capacidades histriónico - interpretativas y cualidad física de deportista, sumada a esta última su alta capacidada de coordinación de los hemisferios cerebrales, siendo a al vez capaz de mover sincrónica y armonicamente distintos segmentos corporales, dentro de un ritmo o compás musical, a la vez que se buscan líneas estéticas y se interpreta un personaje... Además la capacidad anaeróbica y aeróbica son altamente desarrolladas, así como la flexibilidad y elasticidad.
¿Complejo?, ciertamente sí. Además su capacidad de orientación e inteligencia espacial son muy particulares y mayores a la media de la población.
Ciertamente el mayor grado de desarrollo de este conjunto de características se logra (a mi criterio) cuando la formación acádémica empieza a la edad óptima (entre los nueve y 10 años debido al desarrollo psicomotriz, sensorial y físico que posee el niño en esa etapa) , y si se inicia con una formación en técnica clásica (Ballet), que en mi opinión, siendo bien impartida, es la más exigente de las técnicas para todas las destrezas antes mencionadas. Cabe mencionar que por su misma complejidad, en Ballet es muy fácil cometer errores en la enseñanza, por lo tanto con consecuencias serias en la formación corporal del estudiante.
Las distintas técnicas o estilos de danza, deben venir luego, cuando la base técnica del Ballet esté asimilada correctamente. Pero con esto de ningún modo quiero decir que no existan otros métodos pedagógicos en danza exitosos que apliquen otros cánones, pues los hay.
¿Complejo?, ciertamente sí. Además su capacidad de orientación e inteligencia espacial son muy particulares y mayores a la media de la población.
Ciertamente el mayor grado de desarrollo de este conjunto de características se logra (a mi criterio) cuando la formación acádémica empieza a la edad óptima (entre los nueve y 10 años debido al desarrollo psicomotriz, sensorial y físico que posee el niño en esa etapa) , y si se inicia con una formación en técnica clásica (Ballet), que en mi opinión, siendo bien impartida, es la más exigente de las técnicas para todas las destrezas antes mencionadas. Cabe mencionar que por su misma complejidad, en Ballet es muy fácil cometer errores en la enseñanza, por lo tanto con consecuencias serias en la formación corporal del estudiante.
Las distintas técnicas o estilos de danza, deben venir luego, cuando la base técnica del Ballet esté asimilada correctamente. Pero con esto de ningún modo quiero decir que no existan otros métodos pedagógicos en danza exitosos que apliquen otros cánones, pues los hay.
Continuará ....
domingo, 28 de septiembre de 2008
Encontrar e identificar nuestra Identidad
Es muy subjetivo pensar que la danza es un movimiento universal y que por ende, como la mayoría de las cosas en este mundo que tiende a la globalización, debe ser hegemónica y unificada.
Existe una técnica que se ha venido desarrollando hace más o menos cuatrocientos años y una codificación que empezó en 1661. Pues debemos valernos de ella, pero esto no implica que asimilemos el estilo de interpretación o forma estética europea, ya sea para el Ballet o la Danza Contemporánea.
Muchas veces hemos llevado a escena los llamados "Grandes Ballets" en nuestro país, como lo son Don Quixote o Cascanueces, sin recavar o indagar más profundamente a qué circunstancias socio -económicas y de pensamiento correspondieron la creación de estas coreografías. Cómo referencia histórico-artística, son muy útiles, pues constituyen el legado común internacional del cual ha provenido la educación que hemos recibido la mayor parte de quienes laboramos en la Danza. De igual forma, en el lado contemporáneo, los estilos impuestos por Graham, Limon, Cunningham, Bausch, Forsythe, Bejart, Eks, Kylián, Duato, etc. son tan presentes en las salas escénicas, cayendo muchas veces en una imitación pobre.
El Ballet surgió en Europa como un divertimento de la corte y los nobles, y sería muy extenso profundizar aquí sobre todas las circunstancias que precedieron y acompañaron su desarrollo, así como las de la Danza Cotemporánea, que fueron reacciones al canon estético clásico, también afloradas en sociedades ajenas a la nuestra como las del viejo continente y Estados Unidos.
Pero en América la historia es otra, mucho más en Ecuador, donde independientemente del colonialismo castellano que trató de homogeneizarnos, tenemos una diversidad de pueblos ancestrales tan amplia como nuestra flora y fauna. Por lo tanto la danza, su concepto y cosmovision son muy disímiles. Y mayor distante aún es el deseo de la sociedad criolla y mestiza (que se enraizó en nuestras latitudes), quienes por la ignorancia y poca educación de sus ancestros (los primeros castellanos que arribaron a nuestras tierras en la conquista), no supieron valorar el maravilloso encuentro cultural del cual eran testigos. Así, por evocar una mal llamada superioridad, trataron de emular cánones estéticos y artísticos de Europa, cayendo en una vorágine tragicómica. Tal vez las palabras son cortas para describir esta sensación de ridículo, pero una película lo describe bien "Fitzcarraldo"; más allá de los valores de fe y autodeterminación que proyecta, nos refleja lo burlesco y abrasivo que constituye querer forzar una cultura dentro de otra.
Bien, sin más palabras, lo que sugiero a quines nos dedicamos a la danza escénica, es buscar urgentemente un estilo (o varios) nacional de danza, que plasme nuestra cultura, valores, deseos y aspiraciones, entendiendo que somos una sociedad multicultural, no sólo mestiza, pues convivimos con pueblos indígenas, afroecuatorianos y montubios. Y al decir nacional, no quiero decir único, hegemónico, ni mucho menos, sino Ecuatoriano 100%. Esto muy independiente de la danza autóctona (que más que flolklórica es ancestral), de cada uno de nuestros pueblos y nacionalidades; danzas que a mi criterio deben ser estudiadas y catalogadas meticulosa y sistemáticamente, a fin de que no desaparezcan, se rescaten y fortalezcan, para el disfrute y desarrollo artístico nuestro, y de las nuevas generaciones.
Existe una técnica que se ha venido desarrollando hace más o menos cuatrocientos años y una codificación que empezó en 1661. Pues debemos valernos de ella, pero esto no implica que asimilemos el estilo de interpretación o forma estética europea, ya sea para el Ballet o la Danza Contemporánea.
Muchas veces hemos llevado a escena los llamados "Grandes Ballets" en nuestro país, como lo son Don Quixote o Cascanueces, sin recavar o indagar más profundamente a qué circunstancias socio -económicas y de pensamiento correspondieron la creación de estas coreografías. Cómo referencia histórico-artística, son muy útiles, pues constituyen el legado común internacional del cual ha provenido la educación que hemos recibido la mayor parte de quienes laboramos en la Danza. De igual forma, en el lado contemporáneo, los estilos impuestos por Graham, Limon, Cunningham, Bausch, Forsythe, Bejart, Eks, Kylián, Duato, etc. son tan presentes en las salas escénicas, cayendo muchas veces en una imitación pobre.
El Ballet surgió en Europa como un divertimento de la corte y los nobles, y sería muy extenso profundizar aquí sobre todas las circunstancias que precedieron y acompañaron su desarrollo, así como las de la Danza Cotemporánea, que fueron reacciones al canon estético clásico, también afloradas en sociedades ajenas a la nuestra como las del viejo continente y Estados Unidos.
Pero en América la historia es otra, mucho más en Ecuador, donde independientemente del colonialismo castellano que trató de homogeneizarnos, tenemos una diversidad de pueblos ancestrales tan amplia como nuestra flora y fauna. Por lo tanto la danza, su concepto y cosmovision son muy disímiles. Y mayor distante aún es el deseo de la sociedad criolla y mestiza (que se enraizó en nuestras latitudes), quienes por la ignorancia y poca educación de sus ancestros (los primeros castellanos que arribaron a nuestras tierras en la conquista), no supieron valorar el maravilloso encuentro cultural del cual eran testigos. Así, por evocar una mal llamada superioridad, trataron de emular cánones estéticos y artísticos de Europa, cayendo en una vorágine tragicómica. Tal vez las palabras son cortas para describir esta sensación de ridículo, pero una película lo describe bien "Fitzcarraldo"; más allá de los valores de fe y autodeterminación que proyecta, nos refleja lo burlesco y abrasivo que constituye querer forzar una cultura dentro de otra.
Bien, sin más palabras, lo que sugiero a quines nos dedicamos a la danza escénica, es buscar urgentemente un estilo (o varios) nacional de danza, que plasme nuestra cultura, valores, deseos y aspiraciones, entendiendo que somos una sociedad multicultural, no sólo mestiza, pues convivimos con pueblos indígenas, afroecuatorianos y montubios. Y al decir nacional, no quiero decir único, hegemónico, ni mucho menos, sino Ecuatoriano 100%. Esto muy independiente de la danza autóctona (que más que flolklórica es ancestral), de cada uno de nuestros pueblos y nacionalidades; danzas que a mi criterio deben ser estudiadas y catalogadas meticulosa y sistemáticamente, a fin de que no desaparezcan, se rescaten y fortalezcan, para el disfrute y desarrollo artístico nuestro, y de las nuevas generaciones.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
Bienvenidos
Estamos trabajando en la creación de esta página de internet.
Queremos que sea un punto de encuentro y difusión, de la actividad dancística, donde se podrá concebir la Danza desde varios puntos: conceptual - teórico, artístico, físico - experimental, social y sobre todo espiritual.
Deseamos crear una comunidad de continuo aporte, aprendizaje y enriquecimiento mutuo.
Pudiendo serlo, no es un arte en solitario; necesita del aporte de varios intelectos a fin de encontrar la mejor forma de llevarlo a cabo.
Nos interesa sobre manera la Danza en varias funciones: académica, social, recreativa, artística y profesional. Teniendo en cuenta que es la más complicada de las artes, pues además de efímera (dura sólo unos instantes en escena), el elemento a trabajar constituye nuestro propio cuerpo; por lo que debemos cuidarlo sobremanera, ya que además alberga nuestra conciencia, inteligencia y espíritu, las cuáles nos permiten transmitir ese sublime mensaje, tal vez sobre el "misterio de la vida" al público.
Queremos que sea un punto de encuentro y difusión, de la actividad dancística, donde se podrá concebir la Danza desde varios puntos: conceptual - teórico, artístico, físico - experimental, social y sobre todo espiritual.
Deseamos crear una comunidad de continuo aporte, aprendizaje y enriquecimiento mutuo.
Pudiendo serlo, no es un arte en solitario; necesita del aporte de varios intelectos a fin de encontrar la mejor forma de llevarlo a cabo.
Nos interesa sobre manera la Danza en varias funciones: académica, social, recreativa, artística y profesional. Teniendo en cuenta que es la más complicada de las artes, pues además de efímera (dura sólo unos instantes en escena), el elemento a trabajar constituye nuestro propio cuerpo; por lo que debemos cuidarlo sobremanera, ya que además alberga nuestra conciencia, inteligencia y espíritu, las cuáles nos permiten transmitir ese sublime mensaje, tal vez sobre el "misterio de la vida" al público.
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