"Mi corazón se encuentra donde mi danza esta... y ese es el lugar de mi alma... mi hogar"
Maria Piedad

martes, 21 de enero de 2014

Opéra de Paris, encore une fois; y el Ballet del Teatro Bolshoi

Esta vez en París, tomando ventaja de poder asistir en diferentes noches a L'opéra de La Bastille y al Palais Garnier. Más allá de la belleza, en estilos diferentes, de estos dos edificios y de la historia que llevan representan para ballet y la danza en general, fue muy grato ver nuevamente al Ballet de la Ópera de París y el Ballet del Teatro Bolshoi de Moscú

La primera noche pude presenciar  la versión de Bella Durmiente de Rudolf Nureyev desde un privilegiado y central  primer balcón (mejores sitios, imposible). Más allá de la precisión y belleza sinfónica de la orquesta de la Ópera de París, la coreografía en general estuvo magníficamente interpretada por los bailarines quienes destellaron con precisión, musicalidad, limpieza técnica y magnifica interpretación en un limpio y claro estilo de la Escuela Francesa de Ballet. Fue una bella función por parte de los bailarines estrella Myriam Ould-Braham y Mathias Heymann. Este último sobresalió por su limpieza y precisión técnicas sobretodo en las variaciones del segundo acto, un oído musical impresionante.

Ahora,  muy fresca en el estilo y técnicas del American Ballet Theatre, fue muy satisfactorio el el hacer un análisis comparativo más allá de la belleza estética y dancística de esta coreografía, fue el apreciar las diferencias técnicas y estilísticas de la escuela y compañías de la Ópera de París, con respecto a su contraparte estadounidense el ABT. Sin duda, fue una bella noche con gratas sorpresas y encuentros en la Ópera de la Bastilla, en una fría noche parisina. 
La Belle au Bois Dormant




La segundo función, ésta vez en el bello Palais Garnier fue Le Parc, coreografía de Angelin Preljocaj con música de Mozart y sus conciertos para piano. Esta obra, la cual había visto en video varias veces y que siempre me pareció de sutil belleza y de peculiar argumento que enfoca el rol de la mujer en una sociedad muchas veces restrictiva y limitante. Coincidencias de la vida y el destino, el elenco que interpretó esta obra fue presidido  por  Nicholas Le Riche y Aurélie Dupont.  Un privilegio sin duda, pues sólo unos meses después Le Riche anunciaría su retiro del escenario. Mas allá de las cualidades técnicas que son evidentes en estos bailarines étoiles de la Ópera, su impecable interpretación de una obra contemporánea es una muestra sensible de cuan dúctil es la compañía y el elenco de la Ópera de París, capaz de bailar obras del repertorio clásico y al mismo tiempo, interpretar, con total dominio artístico, obras contemporáneas de carácter experimental. Le Riche y Dupont, conmovieron con su actuación al punto de sacar lágrimas en la audiencia, incluida la aquí relatante.


Por último, fue una coincidencia que el Ballet del Teatro Bolshoi estuviera de gira en París unos días más tarde. Así, me fue posible ver por vez primera a esta famosa compañía en vivo. Destacó mucho la plasticidad de los port de bras y el trabajo de pies sobretodo en el cuerpo de baile femenino. La obra llevada a escena fue un ballet de creación contemporánea a cargo del coreógrafo residente del American Ballet, Alexei Ratmanski, llamado "Lost Illusions"  . Coincidencia también fue que el primer bailarín que interpretara el protagónico masculino fuera David Hallberg. Lastimosamente, no pude ver una obra del repertorio clásico como me hubiera gustado, y lo digo de esa manera porque estoy muy familiarizada con el trabajo de Ratmanski y Hallberg  para el ABT en Nueva York. Como lo fue en el pasado, y como lo es cada vez más hoy por hoy, los primeros bailarines suelen ser peregrinos en las carteleras de otras compañías alrededor del mundo, demostrando una vez más la inexistencia de fronteras en el mundo del ballet. 



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